EL DESAYUNO PERFECTO PARA UNA PERSONA MAYOR

El paso de los años cambia los hábitos de muchas personas, y ello se debe principalmente al envejecimiento.

Al hacernos mayores ya nos disfrutamos tanto de las comidas, puesto que determinados alimentos pueden resultar un incordio en vez de un disfrute. Problemas con la dentadura, el aparato digestivo, los movimientos o trastornos de la marcha, etc. Son las principales causas por las que hay que adaptar los menús y los alimentos, para complementar una dieta equilibrada pero a la vez que nuestros mayores puedan disfrutar.

La mejor manera de empezar el día es con un  buen desayuno y hoy os proponemos el desayuno perfecto para las personas mayores.

Primero beber un vaso de agua en ayunas o un zumo mientras se va preparando el desayuno y la persona mayor, por ejemplo, se va vistiendo. Es muy importante ingerir líquidos y a primera hora, con unos minutos de transición, ayudarán a abrir el apetito para seguir con la ingesta de alimentos más sólidos.

Pasado un breve tiempo, comenzaremos a desayunar incluyendo, una bebida caliente que lleve leche, o un lácteo que aportan vitaminas y calcio. Seguiremos con unas rebanadas de pan, preferiblemente con aceite de oliva, que aportan la cantidad de cereales que necesitamos junto con proteínas como acompañar esas tostadas con unas lonchas de pavo o queso fresco. Para finalizar, nada mejor que una pieza de fruta y un puñadito pequeño de frutos secos como avellanas, almendras o nueces.